domingo, 26 de enero de 2014

La Cena del Diablo

Desde hace muchos años, siempre que puedo, vengo escribiendo en cuento de Navidad para felicitar el año a mis amigos. Pero como no tengo el dulzor de espíritu que tienen muchos de ellos, me salen inevitablemente cuentos de terror. Muy navideños, eso sí.

Como se trata de un regalo especial para los amigos, le encargo siempre la edición a los Gnomos Rojos, que imprimían el Nacht & Nebel Magazine y que por navidades imprimen un pequeño periódico a cuatro páginas y doble columna al estilo de las ediciones folletinescas de principios de siglo.

Aunque los temas relacionados con el libro me siguen consumiendo mucha energía (armar el blog, contestar los emails... no son cosas fáciles cuando no dispones de mucho tiempo libre) las Navidades han supuesto un respiro del tour de presentaciones con que acabó el año.

Las primeras críticas, y el recibimiento general del libro, me han dejado tan agradecido que pensé compartir algo especial estas Navidades con las personas que ya han entrado por su propia voluntad en este pequeño mundo Reyes de aire y agua.

Tan feliz parece todo el mundo al terminar de leer el libro que pensé regalar una pequeña chispa más a quienes han querido embarcarse en este proyecto con nosotros: así que busqué en casa algunos facsímiles de esos cuentos personales de Navidad que escribo para mis amigos y encontré que tenía bastantes ejemplares de uno de ellos, que me gusta especialmente.

Esto tenía que haberlo escrito en Diciembre ¡pero en Diembre ni siquiera teníamos blog! así que espero que me perdoneis el retraso y que el cuento sea lo bastante bueno para compensar la demora.

Es una historia que cuentan dos caballeros mientras pasean por las calles de Viena, sobre un troll que prepara todas las Navidades la cena al Diablo, y una casa negra con las ventanas y las chimeneas cegadas donde sólo se ven luces la medianoche del 24 de Diciembre.

Es una historia terrible ¡no se la leais a niños pequeños! inspirada en una canción que le oí a Morwen la Bruja, cantando con los Bardos Errantes.

Como imagino que no lo podreis leer en las fotos, os transcribo la cabecera con la que empiezan todos los cuentos de Navidad (aunque cada año varía el cuento claro, y siempre se cobran 3 monedas: doblones, penique o táleros, pero siempre tres):

"CUENTO DE NAVIDAD: Encargado especialmente por los duendes polacos a los Coalbiters del Nacht & Nebel Magazine - Impreso por los Gnomos Rojos (junto al Valle, bajo la Colina) - Diseño del logotipo: Enrique Ocaña - Material recopilado por Andrés Malpaso y obtenido de "Historias de fantasmas de la ciudad de Viena" - Nacht & Nebel es una publicación sin ánimo de lucro. Los tres táleros que se solicitan son: uno para el barquero, otro para el verdugo y otro para plantar un roble. En cualquier caso sólo esperamos que esto sea leido por hombres honrados."

Aqui veis unas fotos del cuento, tal como está editado:

Aqui veis la portada


Aqui las páginas interiores


y aqui la trasera


Para todos aquellos que habeis comprado el libro, si quereis que os lo mande, por mi encantado, así tendreis un cuento especial que guardar entre las páginas de vuestro ejemplar.
Sólo teneis que decirme a dónde os lo mando (me podeis enviar vuestra direccion a andresmalpaso@gmail.com)

Algunos os preguntareis pero, ¿mi dirección postal? ¿No mandas un archivo, un email, o un pdf? Es decir, ¿hablamos de irás al estanco, comprarás un sello y enviarás un sobre con una resma de papel, como en el siglo pasado?
Pues sí, aún quedamos de esos, apoyando románticamente el Servicio de Correos para que lleve a la gente algo más que facturas y cartas de los bancos. El mundo es como es, y en parte, como tú lo haces!

Parafraseando la frase que le dice el malvado a John Wayne en "Eldorado":
"...sólo conozco a tres personas que aún envíén cartas: uno soy yo, la otra es mi amiga Alicia, y el tercero es  Eric, del condado de Barcelona."

En fin, espero que os guste. ¡¡Un regalo de Navidad un tanto retrasado!!


Jesus.-


Pd.- Next step: intentaré subirlo en formato eléctrónico un día de estos para los que tengais ebooks. No creo que los chicos de Correos se enfaden conmigo por eso.



lunes, 20 de enero de 2014

Bienvenidos al Blog de "Reyes de Aire y Agua".

Pasen, pónganse cómodos. Pueden fumar. Hay hidromiel y galletas especiadas en la mesa. Si escuchan ratones bajo la tarima no se inquieten: aquí son bienvenidos.
Traigan instrumentos musicales, si lo desean, y toquen junto al crepitar del fuego y el repiquetear de la lluvia: Cantaremos con vosotros si nos pedis que nos unamos al coro.
Os deseamos que no encontreis aqui otra cosa que labios sonrientes y mejillas sonrosadas, y si nos ponemos graves, que sea para hablar de misterios lejanos.

Tiempo habrá de charlar de muchas cosas, pero no espereis que os lo contemos todo mientras aún estais mojados en el umbral, dejadnos recibiros con una canción: una canción que contiene los versos de un poeta.

Otro día os hablaremos de ella, y de la verde Irlanda, y del joven Yeats, que compuso la letra, y de los Waterboys, que le pusieron música, y de los amigos que nos la descubrieron y de las lágrimas que se derraman oyéndola, y de las aguas y el regocijo y la esperanza y la pena por un mundo que tiene más pesares de los que podemos entender.

Os saludo, y os recibo con una canción; y si acaso hemos algún día de despedirnos, no nos habrá ido del todo mal si aún podemos despedirnos también cantando.

Afectuosamente vuestro.
Jesús Fernández.
El pequeño rey de esta charca. 



 The Stolen Child
(William Butler Yeats)

Where dips the rocky highland
Of Sleuth Wood in the lake,
There lies a leafy island
Where flapping herons wake
The drowsy water rats;
There we've hid our faery vats,
Full of berries
And of reddest stolen cherries.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand.
For the world's more full of weeping than you can understand.

Where the wave of moonlight glosses
The dim gray sands with light,
Far off by furthest roses
We foot it all the night,
Weaving olden dances
Mingling hands and mingling glances
Till the moon has taken flight;
To and fro we leap
And chase the frothy bubbles,
While the world is full of troubles
And anxious in its sleep.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
For the world's more full of weeping than you can understand.

Where the wandering water gushes
From the hills above Glen-Car,
In pools among the rushes
That scarce could bathe a star,
We seek for slumbering trout
And whispering in their ears
Give them unquiet dreams;
Leaning softly out
From ferns that drop their tears
Over the young streams.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
For the world's more full of weeping than you can understand.

Away with us he's going,
The solemn-eyed:
He'll hear no more the lowing
Of the calves on the warm hillside
Or the kettle on the hob
Sing peace into his breast,
Or see the brown mice bob
Round and round the oatmeal chest
For he comes, the human child
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand
From a world more full of weeping than he can understand



El niño robado
(William Butler Yetas)

Donde las rocosas colinas de Sleuth Woods
se hunden en el lago,
hay una isla frondosa
donde las garzas aleteando despiertan
a las somnolientas ratas de agua:
Allí escondimos nuestras tinajas feéricas
rebosantes de bayas
y de las más rojas cerezas robadas.
Ven, oh, criatura humana!
a las aguas y lugares solitarios
con un hada de la mano,
pues hay más llanto en el mundo que el que puedes comprender.

Donde la onda lunar barniza con su luz
las oscuras arenas grises,
más allá en los confines de Rosses
bailamos toda la noche,
tejiendo antiguas danzas,
mezclando manos y miradas
hasta que la luna ha huido;
saltamos aquí y allá,
cazamos las espumosas burbujas,
mientras el mundo está lleno de aflicciones
y duerme un sueño agitado.
Ven, oh, criatura humana!
a las aguas y lugares solitarios
con un hada de la mano,
pues hay más llanto en el mundo que el que puedes comprender.
 
Donde brota el agua errante
de las colinas que se alzan sobre Glen-Car
en pozos entre los juncos
que apenas bañarían una estrella,
buscamos la trucha dormida
y susurrando en su oídos
les damos inquietos sueños;
inclinándonos suavemente
entre helechos que lloran
sobre las jóvenes corrientes.
Ven, oh, criatura humana!
a las aguas y lugares solitarios
con un hada de la mano,
pues hay más llanto en el mundo que el que puedes comprender.


Con nosotros se está yendo
el de los ojos solemnes:
No oirá más el mugido
de los becerros en la templada ladera,
ni al caldero en la llama
cantando paz en su pecho,
ni verá los castaños ratones
agitarse en torno al cajón de la avena.
Pues viene, la criatura humana,
a las aguas y lugares solitarios
con una hada de la mano,
de un mundo donde hay más llanto que el que puede comprender.

(Versíon según la edición de Alianza Editorial "W.B Yeats. Antología Bilingüe." Traducida por  Enrique Caracciolo Trejo)

Nota: Como poeta no estoy completamente de acuerdo con la traducción de algunos versos, pero como he utilizado prácticamente toda la traducción de Caracciolo, he preferido dejarla intacta con sus aciertos y dificultades. Sean para él las quejas o la gloria y, desde luego, nuestra gratitud por traernos a Yeats.